
La ansiedad es una respuesta del organismo que se manifiesta físicamente mediante palpitaciones o taquicardia, temblor, sudoración, falta de aliento, presión en el pecho, nudo en la garganta, etc. Puede ir compañada de respuestas cognitivas tales como encontrarse en estado de alerta o activación, sentirse bloqueado, experimentar problemas de memoria, concentración, etc., y también se pueden manifestar respuestas conductuales tales como la evitación a estímulos temidos.
La ansiedad no es más que una emoción de miedo intenso, por lo tanto, tiene una función adaptativa. Si una persona siente miedo cuando se encuentra en una situación peligrosa, las respuestas fisiológicas, cognitivas y conductuales que experimente su organismo en ese momento le ayudarán a protegerse del peligro.
Trate de visualizar el caso de una persona que al cruzar la calle ve como un coche está a punto de atropellarla. Imagínese ahora la respuesta de activación que puede experimentar este individuo.
En este caso, el coche conduciendo a cierta velocidad cerca del paso de cebra entrañaría un peligro para la supervivencia del peatón (estímulo), por lo que si esta persona no dispusiese de un sistema de alerta y no se sintiera «agitado» al ver el coche, no prestaría la atención suficiente que esta situación requiere para evitar el accidente, y por tanto, no utilizaría los recursos que le ayudarían a evitar el peligro (respuesta).
Hablamos de ansiedad como trastorno cuando dicha emoción de miedo se repite con cierta frecuencia en el sujeto, sucediendo en situaciones totalmente cotidianas (en casa, en la playa tomando el sol, en el cine, en el trabajo, etc.) y dicho malestar interfiere negativamente en el día a día de la persona que lo sufre, originándole consecuencias que deterioran su calidad de vida.
En ocasiones, la persona que experimenta ansiedad pone en marcha toda una serie de recursos para tratar de frenar el malestar tales como evitar lugares o actividades, echarse agua, tomar algún tranquilizante, etc., pero todos los esfuerzos que la persona realiza para evadirse de la ansiedad solo conseguirían que el miedo vuelva a aparecer con más fuerza ya que buscan reducir los efectos y no la causa real.
Llega la hora de plantearse otras maneras más útiles de abordar el problema. Pida una cita y no sólo le aportaré mayor información sobre su problema sino que le ofreceré algunas pautas de actuación para que pueda manejar la situación con más éxito.
Opiniones de clientes
Te dejo los enlaces a mis perfiles en diferentes plataformas, donde podrás obtener más información, valoraciones y reseñas sobre mis servicios: