
La disforia de género es un término que se emplea para referirse al deseo de pertenecer al género opuesto al que se ha manifestado físicamente, necesidad imperiosa de cambiar la identidad de género. Muchas personas se sienten prisioneros/as al haber nacido en un cuerpo con el que no se sienten identificados/as.
Las personas que experimentan este problema, sienten su cuerpo como algo artificial o añadido, ven su físico como algo que no les corresponde, por lo que hasta que no logran realizarse el cambio físico de identidad no consiguen sentirse satisfechos/as consigo mismo/a.
En este campo, el trabajo del terapeuta consistiría en realizar una evaluación psicológica que le permita conocer a la persona que sufre este problema en profundidad, conocer el estado emocional que experimenta antes de proceder al cambio físico de género, así como indagar sobre sus rasgos de personalidad para determinar el nivel de adaptación de la persona después de la cirugía de reasignación genital. El psicólogo puede acompañar a la persona durante el proceso de transición de género.
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